Diez preguntas útiles sobre el virus
del HPV y las verrugas genitales
El virus del papiloma humano produce verrugas que afectan
tanto a hombres como a mujeres. En esta nota, una profesional responde las
principales dudas.
El virus del HPV (papiloma virus humano) es el principal
responsable del cáncer de cuello de útero y a esta altura de su popularidad y
de la aparición de una vacuna preventiva se volvió bastante conocido.
Lo que aún desconoce la mayoría de las personas es que
también produce las verrugas genitales que afectan tanto a hombres como a
mujeres. Además de ser molestas, estas verrugas pueden generar un impacto
grande en la salud física y psíquica de quienes las padecen.
La doctora Juana Elida Mauro, jefa del servicio de Patología
del Tracto Genital Inferior y Colposcopía del Hospital Durand, responde las
diez preguntas claves:
1- ¿Qué son las
verrugas genitales?
Son formaciones de tamaño variable, de color blanco, rosado
o grisáceo, que se localizan en la zona ano-genital (vulva, ano y región peri
anal). Aunque es menos habitual, pueden afectar la vagina y el cuello uterino.
Son consideradas como una de las infecciones de transmisión sexual más
frecuentes: cada año se producen 30.000.000 de casos nuevos y se calcula que 1
de cada 10 personas tendrá verrugas genitales en algún momento de su vida. El
25% ocurre en adolescentes. Son un problema sanitario importante por la
cantidad de casos y los severos efectos que causan en la calidad de vida de sus
portadores.
2- ¿Cuáles son los
principales síntomas?
En general producen pocos síntomas, o ninguno. A veces
picazón, ardor y muy raramente dolor. Hay pacientes que refieren sensación
"de cuerpo extraño". Lo más importante es el sentimiento de vergüenza
que sienten quienes las padecen, por los cambios anatómicos y por haberse
contagiado "una infección de transmisión sexual". El temor a que se
enteren familiares y amigos y a la discriminación, causan gran impacto
psicológico: estrés psicosocial, ansiedad y disminución de la autoestima.
En personas con defensas bajas, las verrugas pueden crecer
mucho, también infectarse y producir dolor y olor muy desagradables, que puede
ser percibido a distancia, induciendo una reacción de rechazo en los allegados
que ocasiona aislamiento al paciente. Afortunadamente, estos son casos
excepcionales.
3- ¿Cuál es la
relación entre el HPV y las verrugas?
El HPV es el agente causal de las verrugas genitales y otras
enfermedades, entre ellas, cánceres de diferentes órganos. Se trata de una
familia de virus constituida por más de 100 tipos virales distintos, a los que
se conoce por el número de orden en que fueron descubiertos. No todos tienen la
misma agresividad, por eso se los clasifica en virus de "bajo
riesgo", virus de "riesgo intermedio" y virus de "alto
riesgo". El riesgo se refiere a la capacidad de inducir cáncer en personas
susceptibles.
El cáncer que más frecuentemente se asocia al HPV es el de
cuello uterino pero también pueden producir cáncer de vagina, vulva, ano, boca,
pene, esófago y región oro faríngea (cavidad nasal, glándulas salivales,
amígdalas, lengua y boca).
Las verrugas genitales son causadas en el 90% de los casos
por las variantes de bajo riesgo del HPV (6 y 11); sin embargo, entre el 20% y
el 50% de las veces coexisten con virus de alto riesgo, sin que se pueda
distinguir a simple vista cuál es el tipo viral que las produce, porque son
clínicamente idénticas.
4- ¿Cuál es el
período de incubación?
El tiempo que transcurre entre el contagio y la aparición de
los síntomas o signos (las verrugas, por ejemplo) suele ser de 3 meses (varía
de 3 semanas a 8 meses). Al ser tan variable este período, cuando existen
compañeros sexuales múltiples es difícil determinar el origen del contagio. Es
importante remarcar que las verrugas genitales siempre indican infección del
compañero sexual aunque éste no tenga síntomas. La tasa de infectividad, es
decir, la probabilidad de contagiarse cuando el compañero tiene el virus, es
muy alta: del 60% al 66%.
5- ¿Sólo afectan a
las mujeres?
No. Los HPV también pueden afectar a los hombres, en los
cuales produce verrugas genitales, cáncer de ano, oro faríngeo o, raramente, de
pene. Tanto hombres como mujeres pueden transmitir los virus, aunque no tengan
ninguna lesión visible.
6- ¿Qué pasa después
de que aparecen las verrugas?
La evolución de las verrugas genitales habitualmente es
benigna, el 40% de las veces desaparecen espontáneamente, es decir, sin
necesidad de tratamiento. La mayoría se curan con las terapias habituales.
Algunos casos son difíciles, por el número, tamaño de las lesiones, falta de
respuesta al tratamiento y/o las recidivas. Lo importante es saber que todas
las lesiones se pueden tratar.
7- ¿Cuál es el
tratamiento?
Las verrugas genitales comunes se tratan con tópicos. Las
verrugas pequeñas escasas y recientes responden a tratamientos simples. Cuando
son múltiples y/o de gran tamaño, es necesario extraerlas con cirugía
convencional, láser, radiofrecuencia o criocirugía. Las recurrencias ocurren en
1/3 de los pacientes y los tratamientos agresivos no garantizan éxito a largo
plazo. Es importante destacar que el tratamiento erradica las verrugas
visibles, pero el virus permanece en la piel sana vecina, desde donde puede
producir, aún muchos años después nuevas lesiones incluido el cáncer y
continuar contagiando. De aquí la importancia del control ginecológico periódico
en todas las mujeres y nunca, pero nunca, recurrir a la automedicación.
8- ¿Se pueden
prevenir?
Sí, la infección por HPV se puede prevenir. Entender esto es
lo más importante. ¿Cómo se previene? Con educación, con detección precoz de
las enfermedades que producen, incluyendo las que aún no dieron síntomas y
mediante la vacunación. Más detalladamente:
a) Educación: el preservativo debe ser usado y protege muy
bien para impedir el contagio del HIV, el agente que causa el sida, porque ese
virus se encuentra en el semen, los fluidos vaginales y la sangre. Aunque sea
sorprendente, no es tan efectivo para prevenir la infección por HPV, porque
este virus se encuentra en toda la piel ano genital no cubierta por el
preservativo. El número de parejas sexuales y la promiscuidad son factores
importantes, porque la posibilidad de infectarse aumenta exponencialmente y es
directamente proporcional al número de personas con las cuales se tuvo
relaciones sexuales.
b) Detección precoz: se logra haciendo el control ginecológico
anual, que incluye la visita al médico ginecólogo, examen clínico, citología
(PAP), captura de híbridos y colposcopía.
c) Vacunación: Existen dos vacunas aprobadas contra el HPV.
Previenen la infección producida por los tipos virales que incluyen. Son
efectivas cuando se aplican a personas que aún no han estado en contacto con
esos virus. Por eso es importante vacunar a los niños antes del inicio de las
relaciones sexuales, o lo más tempranamente posible si ya las tuvieron.
9- ¿Qué diferencia
tienen las dos vacunas contra el HPV?
Una de las vacunas previene las enfermedades producidas por
los virus 16 y 18, que son los de mayor riesgo en cuanto a la producción de
cánceres. La otra, además de los tipos 16 y 18, incluye al 6 y el 11. Esta
última protege entonces, no sólo de los virus productores de cáncer, sino
también de los que producen las tan comunes verrugas genitales y otras
infecciones.
10- ¿Cuál es el
impacto de las verrugas en la salud de quienes las padecen?
En personas con inmunidad normal, las infecciones suelen ser
transitorias y se curan solas o con tratamientos simples. Hay un porcentaje de
pacientes, en apariencia sanas, que sin embargo hacen evoluciones tórpidas, con
falta de respuesta al tratamiento o recurrencias luego de ellos. En estos casos
y en aquellos con problemas inmunológicos, se requiere la intervención de
equipos médicos especializados.
Dada la cantidad de personas con verrugas genitales, su
evaluación y tratamiento ocasiona enormes gastos al sistema de salud. Las
verrugas genitales producen gran estrés y sufrimiento físico y moral, por lo
cual se destaca la enorme importancia de la prevención.